Etapa primera;
IRUN –ZUMAIA.
|
Canal Dumboa. |
Emprendimos este primer
día bastante temprano y con ilusión de
comenzar nuestra aventura. Después de un breve desayuno, colocamos las alforjas
y empezamos a callejear por Irún en busca del puente de Santiago, lugar oficial
del inicio de nuestro camino. No cruzamos a la parte francesa puesto que había
un control de la ertxainza y por una prevención absurda. Ya sobre el puente nos
hicimos las fotos de rigor e iniciamos el peregrinaje no sin cierto despiste inicial. Cruzamos las
vías del tren y pasamos junto al aeropuerto de Hondarribia, cosa de la que ni
nos dimos cuenta, para emprender una tenue subida al principio que poco a poco
empezaba a dificultarse por las lluvias caídas la noche anterior.
Aquí hago un inciso
puesto que pasamos junto a un pequeño edificio, que en principio no llama la
atención, pero es una ermita original del S.XV y en ella se guardaba una imagen
del Apóstol del S.XIV. La primitiva escultura fue robada en 1978, en la
actualidad hay una reproducción. Esta edificación esta junto al barrio de
Zimizarga, los de mi pueblo sabrán porque lo digo…
|
Ermita |
Proseguimos la ruta por antiguos
caminos empedrados, embarrados y serpenteantes hasta el Santuario de Guadalupe,
donde llegamos a tiempo de refugiarnos antes de caer el diluvio universal.
Aprovechamos esta parada para ver el interior de la iglesia y como era casi las
10 de la mañana, para comer algo. Es de reseñar que en el interior hay numerosos
retablos y maquetas de barcos donada por
marineros.
Incluso Juan Sebastián Elcano
dono seis ducados a esta ermita. También hay un crucificado del S.XVII extrañamente colgado de la nave
central. Señalar que a escasos 300 m. del santuario hay un fuerte de finales del
siglo XIX testigo de las guerras carlistas y que no visitamos. Toda la zona
está plagada de antiguas fortalezas y dólmenes. Esto lo supe una vez en casa
por el google earth pro.
|
Francia al fondo. |
Reanudamos la marcha una vez escampo, hasta llegar al alto de Jaizquibel, una continuada subida, por donde transcurre la
Clásica de San Sebastián. Nos llevo 45
minutos escalar hasta los 455 m, la mayor altura del día. Una vez allí, las
clásicas fotos para inmortalizar la gesta y tras una rápida bajada alcanzamos
Pasajes de San Juan. Tan rápida que en
una curva hice un recto por el fuerte calentamiento de los frenos.
|
Guadalupe
|
.
|
Pasages.
|
Desde Pasajes de San Juan
pasamos en motora a Pasajes de San Pedro. Este es un municipio singular formado
por cuatro pueblos (San Pedro,
San Juan, Ancho y Trincherpe) alrededor de la ría del Oyarzun.
|
Parroquia Corazón de María |
En Trincherpe nos aprovisionamos
(en ente punto comenzó nuestro resentimiento hacia los plátanos) y sin solución de continuidad nos encontramos
en San Sebastián. Cruzamos el puente
del Kursaal junto a su gran palacio de congresos y auditorio de Rafael
Moneo. Rodeamos el monte Urgull si bien podríamos haberlo evitado, ahorrándonos unos kilómetros, sobre todo
sabiendo lo que se nos vino encima. Quizás hubiese merecido la pena desviarnos
para ver el famoso peine del viento de Chillida.
|
Kursaal. |
Bueno… tras pasar por la
monumental puerta barroca- rococó de de Santa María del Coro y callejear por la
parte vieja de Donostia que estaba en su semana grande, nos sentamos en el parque de Alberdi
Elder junto al ayuntamiento para
almorzar. Reanudamos la marcha por el paseo de la playa de la Concha hasta
salir de la ciudad y comenzar la ascensión al monte Igueldo.
|
Santa María del Coro.
|
|
Playa de la Concha y Monte Igeldo.
|
Siguiendo la señalización, craso error,
dejamos la vía principal para tirar por un camino vecinal que conduce a una
pista que continua por un sendero y acaba en una vereda intransitable si no
eres cabra montesa “#Nà~ sapos y culebras*~”. Amiguitos, ¡la vista es espectacular!, pero ni le
echamos cuenta, más vale ir por el
denominado Paseo Padre Orkolaga para evitar posibles caídas (como fue en mi caso)
y las consiguientes lesiones. Dicha senda nos hizo perder mucho tiempo, 45 minutos
cálculo, ya que casi todo lo hicimos andando y tirando de las bicicletas, por
un pedregal embarrado, prestando más atención de donde poner el pie para no
partirnos la crisma que al paisaje. Insisto mejor ir por el camino asfaltado
que incluso nos recomienda la ya mencionada “puta Biblia del Camino del Norte”.
|
Solo para cabras montesas.
|
Una vez terminamos ese
infierno y volvimos a la civilización, descendimos hasta la población de Orio. Tras atravesar la ría del Oria ya
estábamos en Zarautz, lugar final de nuestra primera etapa. Entonces comenzamos a
buscar albergue y tras infinidad de intentos no conseguíamos nada. ¡Ni
Arguiñano nos quería! El pánico ante una noche
de vivac en la playa como en la
mili amenazaba nuestra mentes. Pero por fin dimos con hospedaje en Zumaya a
unos 15 km y como empezaba a oscurecer, nos apretamos los machos y comenzamos a
dar pedales como si no hubiese un mañana, más bien como si no tuviésemos cama…
|
Getaria
|
Viendo caer el sol por
el oeste y circulando por una carretera entre acantilados y el mar, con unas
vistas maravillosas, dejamos atrás Guetaria. Llegamos al “Hotela Zumaia” exhaustos,
para gozar de una opípara cena y un buen descanso tras más de siete horas de
pedaleo continuo, sesenta y siete kilómetros de distancia y un acumulado de mil
setenta y cinco metros de ascenso.
|
Zumaia.
|
ULTREIA ET SUSEIA...